Pesquería, México-Jaime Rodríguez, el bravo gobernador del
estado de Nuevo León, se opone a las exenciones tributarias, las concesiones de
tierras y otros beneficios a Kia del gobierno que en años recientes han contribuido al
desarrollo de la industria automotriz en el país.
Rodríguez -cuyo apodo de "El Bronco" se inspira en
su estilo testarudo- y sus colaboradores se niegan a cumplir con una gran parte
de los incentivos que el anterior gobierno estatal prometió a la surcoreana Kia
Motors para atraer una inversión de US$2.500 millones en una nueva planta de
ensamblaje.
"No estamos en contra de la inversión extranjera,
estamos en contra de un gobierno anterior que extralimito los límites",
dijo Rodríguez.
Funcionarios del estado, cuya capital, Monterrey, es
considerada el centro de negocios de México, dicen que el paquete de incentivos
representa cerca de 28% de la inversión de Kia y sus proveedores, y están
cuestionando cláusulas por un valor de hasta US$100 millones, incluyendo una
exención de 20 años en el pago de impuestos sobre la nómina salarial.
Empresarios de Kia se abstuvieron de comentar sobre el
acuerdo, pero dijeron que desean que se cumpla.
"Este tipo de situación no es una práctica común en el
mundo de los negocios", dijo Seong Bae Kim, presidente de Kia Motors
México en una entrevista en la planta, que está casi terminada. "Sentimos
que Kia no debería ser puesta en una posición en la que incurra en pérdidas a
causa de los problemas políticos del gobierno local".
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Nueva planta de KIA
La nueva planta de Kia inicio una operación limitada el
lunes y llegará a producir cerca de 300.000 modelos compactos Forte al año, la
mayoría de ellos destinados a los consumidores estadounidenses.
Ejecutivos industriales mexicanos y funcionarios federales
temen que este enfrentamiento afecte a un sector que ha sido un rayo de sol en
una economía deslucida.
México se ha convertido en uno de los países más importantes
del planeta para las automotrices. Los 3,4 millones de autos y camionetas que
el país fabricó en 2015 lo convierten en el séptimo productor y el cuarto
exportador. Kia es una de cinco automotrices extranjeras que tienen plantas de
ensamblaje con entrada en funcionamiento prevista para los próximos cinco años.
Esas plantas incrementarían la producción anual de México a cinco millones de
vehículos hacia finales de la década, dicen los expertos.
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