El mercado sudamericano tiene múltiples exponentes de la filosofía "aventurera", instaurada exitosamente por Fiat con su Palio en 2005. Gradualmente otras marcas empezaron a poner "disfraces" a sus modelos para darles la apariencia de "camionetas" (en realidad de SUVs). Aunque a veces tienen alguna pequeña ventaja "off road" frente a sus hermanos más civilizados, como un mayor despeje, neumáticos de uso mixto o en el mejor de los casos un diferencial autoblocante (los Locker de Fiat).
Ante esta realidad, la filial brasileña de Chevrolet puso manos a la obra para desarrollar su aventurero y el modelo elegido fue el Spin. Con la denominación Activ hizo su debut en público en el Salón de San Pablo del año pasado y este año se empezó a comercializar en Argentina. Se basa en el nivel de equipamiento más completo y se ofrece con caja manual o automática como la que probamos.
Diseño
El Spin siempre fue un vehículo que estéticamente mostró sobriedad extrema. Su mayor rasgo distintivo lo tiene en la parrilla frontal doble que es el sello distintivo de Chevrolet . Pero la versión Activ tiene más personalidad gracias a las modificaciones que exhibe. Tiene faros con máscaras oscurecidas, detalles de plástico negro en los paragolpes, puertas y retrovisores, y calcos alegóricos a la variante. Por su parte, en el habitáculo son nuevos los tapizados y todo el ambiente es oscuro cuando antes reinaban los tonos claros.
Pero la mayor novedad está en el remate posterior ya que se desarrolló un sistema especial para reubicar la rueda auxilio de adentro del baúl a estar colgada del portón, con el cuidado suficiente para que apenas reduzca la visibilidad hacia atrás.
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