Al comprar Suzuki Swift Sport no he podido evitar que me
viniera a la cabeza el emblematico Swift de segunda generación que se puso a la
venta allá por el año 1989, con un motor 1.3 que tuvo el placer de competir con
los no menos míticos Peugeot 205 Rallye o el Opel Corsa GSI. A mayor distancia
se encontraba el siempre presente Renault Supercinco GT Turbo.
Curiosamente, el Swift de segunda generación contaba con
unas prestaciones muy parecidas a este 1.6 que hoy nos ocupa; incluso en aceleración
los datos eran un poco mejores que los del Sport que hoy hemos probado, aunque
en todos los otros apartados, evidentemente, el actual supera con creces al de
los años 90.
Ahora que se habla tanto de los motores downsizing, resulta
que en los años 90 la marca Suzuki ya apostaba por modelos con motores de poca
cilindrada y con prestaciones bastante elevadas.
Probando el motor antes de comprar Suzuki Swift Pro
Ya hemos dicho que el propulsor que se ha elegido para esta
versión más deportiva del modelo es el 1.6 de inyección multipunto, que cuenta
con una potencia máxima de 136 CV, una cifra más que interesante.
Quizá en las prestaciones se espera un poco más en principio,
aunque se trata de un vehículo con una aceleración suficiente para poder
realizar adelantamientos en carretera sin problemas. Además, desde parado, los
8,7 segundos que tarda para acelerar de 0 a 100 Km/h son más que suficientes
para percibir este toque bastante deportivo lo cual no es dato menor al comprar suzuki. En la recuperación es un vehículo
que también tarda poco en recuperar vueltas cuando vas en marchas largas.
El consumo es otro de los apartados donde el Swift Sport se
muestra bastante equilibrado, con 6,4 litros de media a los 100 Km anunciados
por la marca, que nosotros hemos subido hasta los 7,3, que tampoco están mal
teniendo en cuenta las prestaciones del mismo.
El comportamiento en carretera no desmerece al conjunto, ya
que las suspensiones están bastante equilibradas, sin ser excesivamente duras,
algo que se criticaba a la segunda generación, de la que hemos hablado
anteriormente.
El interior del Swift Sport cuenta con unas calidades en los
acabados bastante buenas, en el que no se abusa de los plásticos, lo cual
aumenta la durabilidad de todos los elementos. La tecnología utilizada se ha
puesto un poco al día, con un ordenador de a bordo en la parte central del
marcador, que además llama la atención por el hecho de tener un ribete rojo que
rodea el cuentarrevoluciones y el cuentakilómetros parcial para darle una
apariencia más deportiva. En la consola central se echa de menos una pantalla
multifunción, aunque el climatizador electrónico mitiga un poco esta falta. El
puesto de conducción es muy cómodo, con unos asientos delanteros que envuelven
perfectamente el cuerpo. El problema se encuentra cuando hay que pasar a las
plazas posteriores, ya que se hace un poco difícil, con poco espacio para las
piernas. Esperamos que esta nota te haya servido al comprar Suzuki Swift pro.
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