Aunque los cambios de diseño están ahí, en realidad lo más
importante del nuevo
Suzuki S-Cross se encuentra bajo el capó y lleva la firma
Boosterjet. Los nuevos motores turbo de gasolina se adaptan a las exigencias de
los mercados gracias a sus buenas prestaciones y sus bajos niveles de consumo y
emisiones.
El Suzuki S-Cross es el modelo compacto que la firma
japonesa ofrece en su gama. Un coche perteneciente al segmento C por sus
medidas (4,3 metros de longitud), que no se contenta con ser un simple turismo
y adopta ciertos rasgos de todocamino: altura al suelo superior a la normal,
posibilidad de contar con tracción integral, imagen robusta... En fin, una
opción interesante para aquellos usuarios que busquen un vehículo con tintes aventureros
pero quizá algo alejado del envoltorio típicamente SUV.
La noticia hoy es que el Suzuki S-Cross se ha puesto al día,
tras tres años en el mercado, con una serie de cambios que afectan
fundamentalmente al diseño y los motores. La idea es atraer a nuevos clientes
que buscan una puesta en escena más sólida, mejorar las prestaciones -al tiempo
que aumenta la eficiencia- y subir un escalón en el apartado del confort.
Lo primero que ha hecho Suzuki con su renovado S-Cross ha
sido lavarle la cara para darle una nueva personalidad al frontal. ¿Cómo?
Introduciendo un nuevo paragolpes, un capó retocado y otra parrilla. También
los faros han cambiado en su diseño interior y en su iluminación -ahora con
LED-. A esto hay que sumar las llantas inéditas y los nueve colores que
conforman la paleta de colores de carrocería, de los cuales, cuatro son nuevos.
La zaga es, quizá, lo que menos ha cambiado, ya que casi hay
que sacar la lupa para ver las diferencias entre los grupos ópticos del modelo
antiguo y el nuevo. Donde sí se respira un ambiente distinto es en el interior
que, según dice la marca -y nosotros lo hemos podido corroborar- ha
experimentado un salto de calidad en sus materiales y tacto general.
Otras modificaciones tienen que ver con los neumáticos, ahora
más grandes y con una sección mayor, la dotación tecnológica mejorada y la
altura libre al suelo, que crece en unos nada despreciables 15 milímetros
gracias a las nuevas ruedas y a ciertas modificaciones en la suspensión.
Suzuki S-Cross contara con nuevos motores turbo de gasolina
El nuevo S-Cross es, por lo tanto, un poco más todocamino
que antes, pero a la vez más cumplidor en su faceta de turismo compacto. Un
modelo mejorado en su restyling de mitad de ciclo, que además ha dado un vuelco
a su gama de motores.
Los nuevos gasolina Boosterjet de 1,0 y 1,4 litros son de
fabricación propia y aspiran a ser los principales protagonistas en el mix de
ventas con un 60% sobre el total. Las opciones mecánicas son las siguientes:
1.0T Boosterjet: gasolina, tricilíndrico, 111 CV, 170 Nm.
Disponible con cambio manual de cinco velocidades. Consumo medio: 5,0 l/100 km.
1.4T Boosterjet: gasolina, cuatro cillindros, 140 CV, 220
Nm. Disponible con cambio manual de seis velocidades y automático de igual
número de marchas. Puede tener tracción total. Consumo medio: desde 5,4 l/100
km
1.6 DDIS: diésel, cuatro cilindros, 120 CV, 320 Nm. Con
cambio manual o automático, ambos de seis marchas. Con tracción delantera o
integral. Consumo medio: desde 4,1 l/100 km
Ya disponible en los concesionarios, el nuevo Suzuki S-Cross
tiene un precio de partida de 19.235 euros para la versión 1.0 de gasolina con
acabado GL y llega hasta los 28.985 euros del diésel con cambio automático de
doble embrague, tracción integral y acabado GLX. A estos precios hay que
descontarles 2.300 euros de campaña promocional, válida para cualquier modelo
de la gama, y si se recurre a la financiera de la marca, otros 1.500 euros más
de rebaja.
Suzuki espera elevar las ventas del S-Cross hasta una cifra
de 1.900 unidades en un año completo.